23/05/25

En un entorno como Tabuenca, donde la actividad agrícola es el pilar fundamental de la vida diaria y muchas tareas se realizan en zonas aisladas, disponer de conocimientos básicos en primeros auxilios puede marcar la diferencia entre una situación controlada y una tragedia. Conscientes de esta necesidad, un grupo de agricultores locales ha participado recientemente en una jornada formativa centrada en técnicas esenciales de primeros auxilios.

Durante el taller, impartido por profesionales, los asistentes aprendieron cómo actuar ante diversas emergencias, desde una caída o corte en el campo hasta una parada cardiorrespiratoria. Uno de los momentos más valorados fue la práctica del masaje cardiaco o RCP (reanimación cardiopulmonar), una técnica crítica cuando una persona sufre un paro cardíaco. Los agricultores aprendieron cómo comprobar la consciencia, la respiración, y cómo iniciar compresiones torácicas con el ritmo y la profundidad adecuados hasta la llegada de ayuda profesional.

También se abordó la limpieza y desinfección de heridas, muy común en las faenas del campo. El uso correcto del material de un botiquín, la forma de detener hemorragias y proteger la zona lesionada fueron temas clave. Estas habilidades son esenciales cuando se trabaja con herramientas, maquinaria pesada o en terrenos irregulares donde los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento.

Además, se ofrecieron pautas sobre cómo actuar ante picaduras de insectos, golpes de calor, esguinces, fracturas o intoxicaciones. En todos los casos, se destacó la importancia de mantener la calma, valorar la situación y seguir una serie de pasos básicos que pueden prevenir complicaciones mayores.

Lo que más se destacó durante la jornada fue la conciencia de que en el ámbito rural, donde el acceso a los servicios de emergencia puede tardar más que en zonas urbanas, saber cómo actuar en los primeros minutos es crucial. Esta formación no solo mejora la seguridad de los propios agricultores, sino que también les capacita para ayudar a compañeros, familiares o incluso excursionistas y visitantes que puedan verse en apuros.

Proteger la vida también forma parte del trabajo en el campo.